Obtener información en Internet es para muchos usuarios la mayor utilidad de la red. El problema es que Internet contiene una cantidad ingente de información por lo que, encontrar exactamente lo que necesitamos, se convierte a veces en una tarea frustrante. Afortunadamente, existen servicios que facilitan esta labor. Veamos qué son y cómo funcionan los motores de búsqueda.
Pongamos como ejemplo la búsqueda de información en una biblioteca. Sabemos que las bibliotecas disponen de distintos métodos para buscar el libro que nos interesa: por el autor, por el título, por el tema, etc. Dependiendo de los datos de que dispongamos elegiremos el sistema de búsqueda más adecuado. Buscar información en Internet no es distinto. En Internet existen diferentes servicios y métodos de búsqueda; dependiendo de lo que se busque y de lo que se disponga, así se deberá proceder.
Por otro lado, de la misma forma que existen bibliotecas especializadas donde se pueden encontrar más fácilmente libros sobre un tema particular, también Internet dispone de servicios que son más apropiados que otros para buscar un tipo de información concreta. Lo cierto es que, al igual que ocurre en cualquier campo de la vida, para aprender a buscar información en Internet de una forma rápida y eficaz lo fundamental es la práctica.
En el caso de Internet hay algo importante que no se debe olvidar, y es que tanto la información como los servicios de Internet pueden ser efímeros. Lo que un día está en un sitio, otro día puede que esté en otro o simplemente no estar. En este sentido, a veces resulta importante para un usuario saber buscar, no sólo para encontrar lo que no se conoce, sino también para seguirle la pista a lo conocido.
Si está interesado en algún tipo de información, la buena noticia es que seguro que está en Internet; la mala, es que en Internet está todo. Por tanto, a veces no es sencillo encontrar algo, aunque esté. Hay temas sobre los que resulta fácil encontrar información, como por ejemplo: informática, negocios, entretenimiento, información local o turística sobre lugares económicamente bien situados. Sin embargo, suele resultar más complicado encontrar información sobre arte, humanidades, sobre lugares no económicamente potentes o tratamientos temáticos en profundidad.
Por otro lado, Internet ha progresado mucho en la cantidad de información que es capaz de poner a disposición de sus usuarios, pero todavía no ha progresado tanto en clasificar la calidad de la misma, aunque está en ello.
Qué es un motor de búsqueda
Un motor de búsqueda o buscador es un sistema informático complejo diseñado para buscar y localizar cualquier información contenida en Internet. Esta información está, básicamente, en la World Wide Web, aunque cada vez hay más información en las redes sociales, como Facebook o Youtube. Los buscadores funcionan como un servicio que le permite a sus usuarios buscar contenido a partir de las palabras clave o frases específicas que introduce.
La eficacia de una búsqueda depende en gran medida de cómo se formula la pregunta, esto es, de las palabras utilizadas (palabras clave) y de cómo se las relacionan (operadores de búsqueda). Los motores de búsqueda más populares son Google, Bing o Yahoo. Éstos utilizan tecnologías avanzadas para mejorar constantemente la precisión y relevancia de los resultados. Esto quiere decir que no solo buscan coincidencias exactas de las palabras clave introducidas por el usuario, sino que intentan comprender el contexto y la intención detrás de las consultas de los usuarios para presentarle los resultados que, en teoría, responden de forma precisa a sus necesidades.
Además de los motores de búsqueda generales, existen herramientas especializadas para tipos específicos de información. Por ejemplo, Google Scholar se centra en literatura académica y científica, mientras que PubMed es invaluable para la investigación médica. Para búsquedas más amplias, los metabuscadores como Dogpile o Metacrawler consultan múltiples motores simultáneamente y ofrecen una única lista de respuestas que contiene una gama más amplia de resultados.
Los directorios web, aunque menos utilizados hoy en día, siguen siendo útiles para búsquedas temáticas. Se trata de servicio que ofrecen una estructura organizada de enlaces web categorizados por temas, facilitando la exploración de áreas específicas de interés3. Además, algunos de ellos, respaldados por una asociación educativa, de investigación o biblioteca, solo incluyen los enlaces cuya calidad ha sido previamente revisada.
Por último, para quienes valoran la privacidad, existen buscadores como DuckDuckGo o Startpage que no rastrean el historial de búsqueda del usuario, ni recopilan datos personales, ofreciendo una experiencia de navegación más segura y anónima. Claro que, si vives en China, te interesará saber que el buscador más popular en ese país es Baidu, mientras que, si vives en Rusia o países del entorno, el más popular es Yandex.
En definitiva, Internet es una inmensa base de datos que sería difícilmente accesible sin la existencia de una herramienta que facilite la localización y acceso a la misma. Por lo tanto, un motor de búsqueda es la herramienta clave que conecta a los usuarios con el vasto contenido de Internet, ofreciéndole la información relevante que busca en cuestión de segundos.
Cómo funcionan los motores de búsqueda
Para que los buscadores puedan ofrecer en cuestión de milisegundos los resultados buscados por sus usuarios es necesario que previamente hayan rastreado y clasificado todo el contenido de Internet. Dado que el contenido de la red cambia de forma dinámica, este rastreo debe hacerse continuamente, actualizando la información cada poco tiempo.
Por tanto, los buscadores tienen dos áreas principales:
- Rastreadores o crawlers encargados de escanear la red de forma cíclica, clasificar toda su información y crear índices con los que sea fácil y rápido localizar cada posible detalle buscado por los usuarios. Es la trastienda del buscador.
- Herramienta de búsqueda o interfaz donde el usuario especifica lo que busca y obtiene los resultados.
La calidad de las respuestas de un buscador dependen, básicamente, de la eficacia de sus rastreadores. Para ello, los motores de búsqueda operan mediante dos procesos fundamentales:
- Rastreo: Utilizan programas automatizados que exploran constantemente internet, siguiendo enlaces y descubriendo cualquier modificación o nuevo contenido de la red.
- Indexación: Analizan y categorizan el contenido de las páginas web descubiertas, almacenando las referencias a esta información en una enorme base de datos. Junto con cada referencia de las páginas se guardan distintos parámetros que son utilizados posteriormente para determinar la importancia de cada página para cada palabra clave buscada. Estos parámetros son, por ejemplo, la relevancia del contenido, la autoridad de la página (por ejemplo, mediante enlaces entrantes o backlinks) o la frescura de la información, entre otros muchos.
En cuanto a las herramientas de búsqueda, aunque el usuario suele ver un simple formulario de consulta, tiene a su disposición distintas opciones adicionales que le permiten acotar su búsqueda. Una vez definida la búsqueda, el motor de búsqueda examina sus índices y utiliza algoritmos complejos para determinar cuáles, entre las millones de coincidencia, son las páginas más relevantes y útiles para esa búsqueda. A este proceso se le conoce como clasificación o ranking.
Es importante destacar que los motores de búsqueda no contienen toda la información de internet en sí mismos, sino solo las referencias de toda esa información. Por tanto, sus respuestas consisten en un listado con los enlaces de las páginas web originales donde se encuentra la información buscada por el usuario.
Cómo buscar información
El primer paso para buscar información es acceder a cualquiera de los múltiples servicios de búsqueda existentes. Aunque los más conocidos son Google.es, bing.es o yahoo.es, existen muchos otros que merecen la pena explorar. En general, buscar una información consiste en decidir qué palabras la determinan. Es lo que se conoce como palabras clave.
Dado que internet contiene una cantidad ingente de información, para obtener buenos resultados, es importante utilizar las palabras clave menos ambiguas que se nos ocurran. Si es necesario, se puede utilizar más de una palabra. Por ejemplo, si estamos interesados en conocer las distintas razas de perro existentes, podríamos introducir las palabras razas de perro. Esto nos devolverá mucha enlaces que tratan este tema. Si solo nos interesa disponer de un listado, quizás sea mejor introducir listado de razas de perro.
Una de las grandes ventajas de los buscadores es que son gratuitos y ofrecen sus respuestas de forma inmediata. Esto quiere decir que si no se obtiene el resultado deseado a la primera, se puede realizar otra búsqueda eligiendo otras palabras clave.
Las palabras clave se introducen separadas por un espacio. En general, no importa el orden en el que se introducen y pueden evitarse el empleo de palabras comunes, como artículos o preposiciones, que no aportan valor. En cualquier caso, estas palabras comunes (de, y, con, etc.) suelen ser filtradas por los buscadores antes de realizar la búsqueda, por lo que, si prefiere utilizarlas, no será un inconveniente.
No obstante, si se piensa que es importante que se tenga en cuenta el orden de las palabras o las palabras comunes utilizadas, deben introducirse todo el texto de búsqueda entre comillas. Por ejemplo, se puede buscar «listado de razas de perros» si se desea un contenido que contenga exactamente esta frase.
Para ordenar la presentación de resultados, los buscadores asignan una puntuación a cada uno de los resultados, en base a su estimación de relevancia, y los presentan por orden de mayor e menor relevancia. La puntuación puede depender de distintos parámetros como: reputación de la página web, visitas que recibe, número de veces que contiene la palabra buscada, si la palabra está en el título del documento, si está entre sus palabras clave, etc.
Como los buscadores suelen encontrar miles o cientos de miles de enlaces relacionados con la búsqueda, el listado se divide en páginas de diez a veinte enlaces que se pueden ir explorando poco a poco. Cada resultado se suele mostrar con un título, una descripción y el enlace sobre el que hacer clic.
Llegados a este punto es importante evaluar la calidad de la información encontrada. Como es fácil suponer, no todo lo que se publica en Internet es verdad. La nube está llena de noticias falsas, inexactas o intencionadamente sesgadas. Por tanto, es crucial mantener un espíritu crítico con los resultados obtenidos.
Si se trata de una búsqueda irrelevante, por curiosidad o entretenimiento, no hace falta complicarse más pero, si se van a utilizar los resultados para algo importante, merece la pena comprobar la veracidad y autoridad de quien publica, evaluar la fuente de dónde provienen los datos (académica, gubernamental, medios reconocidos, etc.) y, en todo caso, detectar si la información es actual o se ha quedado obsoleta.
Por cierto, para aquéllos a los que les guste la simplicidad, la mayoría de los navegadores permite que se introduzca el término buscado directamente en la barra de direcciones (URL) del navegador web. El usuario puede configurar el navegador para que, al introducir una palabra en la URL, se utilice un buscador concreto.
Opciones avanzada de búsqueda
La mayoría de los buscadores ofrecen una opción con el nombre búsqueda avanzada, herramientas, filtro o similar, que permite introducir condiciones especiales de búsqueda. Estas condiciones dependen del buscador, pero, por ejemplo, permiten restringir la búsqueda a un idioma, un país, indicar las palabras clave que no se desea que contenga, concretar una fecha de publicación de la información o definir el tipo de documento buscado (texto, imágenes, vídeo, etc.).
En determinadas búsquedas, resulta interesante utilizar lo que se conoce como operadores (operadores lógicos o booleanos). Los operadores son palabras especiales que se utilizan para ampliar, acotar o dirigir la búsqueda. Aunque existen muchos tipos de operadores, los más habituales son los siguientes:
- Y lógico (and). Es la intersección de dos grupos de búsqueda. Éste es un operador de reducción. Si indicamos hombres and europeos estamos diciendo que queremos ver la información donde se dan a la vez las dos condiciones (la condición hombres y la condición europeos). Esto es, estamos descartando cualquier información donde sólo aparezca una de las condiciones (no interesan hombres que no sean europeos ni europeos que no sean hombres). En vez de and se puede utilizar el símbolo &.
- NO lógico (not). Este operador excluye el elemento indicado de los resultados. Es un operador de reducción. Si indicamos hombres and not europeos estamos queriendo decir que sólo nos interesan las informaciones donde aparece hombres y no nos aparece europeos. Esto es, sólo interesan las informaciones donde aparezca el primer elemento pero no el segundo. En vez de not se puede utilizar el signo !.
- O lógico (or). Es la unión de dos grupos de búsqueda. Éste es un operador de ampliación. Si indicamos hombres or europeos estamos diciendo que queremos ver la información donde se da cualquiera de las dos condiciones. Nos vale donde aparece sólo la condición hombres, también donde aparece sólo la condición europeos, y también donde aparecen las dos condiciones hombres y europeos. Dicho de otra manera, no nos mostrará aquellos documentos donde no aparezca ninguna de las dos condiciones. En vez de or se puede utilizar el símbolo “|”. Éste es el operador que entiende el buscador como operador por defecto cuando no se coloca ninguno.
Además de los anteriores, existen otro tipo de operadores (no booleanos) que también pueden ser utilizados (site:, filetype:, intitle:, etc.). Estos operadores dependen del buscador utilizado. Por ejemplo, para buscar un contenido concreto dentro de este blog, se podría introducir site:carballar.com motores de búsqueda. El operador site: indica que la búsqueda de la palabra clave se realice dentro de ese sitio web. El operador filetype: permite buscar tipos de documentos específicos (pdf, txt, docx, mp3, etc.). El signo menos (-) excluye un término de la búsqueda (por ejemplo, libros de lectura -terror) y el asterisco (*) puede colocarse en lugar de cualquier palabra (por ejemplo, película «2001. Una * en el espacio»). Si no se recuerda exactamente la palabra que falta, se puede utilizar * en su lugar.
Aunque la mayoría de las búsquedas que se realizan en Internet son simples y no requieren de habilidades especiales, es importante recordar que la efectividad de estas herramientas de búsqueda dependen en gran medida de la capacidad del usuario para formular consultas precisas y evaluar críticamente los resultados. Técnicas como el uso de comillas para buscar frases exactas, o el empleo de operadores pueden refinar significativamente los resultados de búsqueda e determinar la calidad de las respuestas.
No cabe duda de que, conociendo las diversas opciones disponibles, es cuestión de práctica el que cualquier usuario pueda convertirse en un experto en la localización de información relevante y confiable.
Problemas en la búsqueda
Obtener exactamente lo que se busca de forma fácil y rápida es un arte que requiere práctica. Como se ha repetido, Internet es un bosque inmenso en el que frecuentemente acabamos perdidos. Se busque lo que se busque, lo más normal es que se obtenga una lista interminable de resultados y, a veces, la información deseada se resiste a ser encontrada.
Los tres problemas más frecuentes con los que se encuentra el usuario a la hora de realizar una búsqueda son los siguientes:
- Se encuentran demasiados resultados. En este caso hay que procurar ser más específico en la descripción del tema. Esto se puede hacer de cualquiera de las siguientes formas:
- Utilizando más palabras clave (directamente o con el operador and).
- Eliminando posibles palabras parecidas pero que no son de interés (con el operador not o el signo “-“).
- Exigiendo la presencia de las palabras más relevantes. Si se desea dar más relevancia a una palabra, sencillamente se puede repetir.
- Utilizando una frase en vez de palabras sueltas. Para ello se pueden incluir las palabras entre comillas (por ejemplo, “en un lugar de la mancha”).
- Escribiendo en mayúscula la primera letra de los nombres propios y utilizando acentos.
- No hay resultados o hay demasiado pocos. En este caso hay que procurar ser más general en la descripción de la información a buscar o utilizar palabras de uso más común. Esto se puede hacer de cualquiera de las siguientes formas:
- Quitando palabras clave, de forma que sólo queden las más relevantes.
- Cambiando el operador lógico and por or.
- Utilizando sinónimos o variantes de las palabras clave introducidas.
- Poniendo todas las palabras en minúscula.
- Utilizando otro buscador más universal.
- Realizando la búsqueda en inglés.
- Comprobando que la ortografía es correcta.
- Los resultados mostrados no son relevantes. A veces ocurre que se obtienen miles de respuestas, pero aparentemente no tienen que ver con lo que se busca exactamente, bien por el fondo o por la forma. En estos casos se puede intentar lo siguiente:
- Utilizar palabras clave alternativas que sean más representativas. Por ejemplo, utilizando palabras sinónimas más relacionadas con lo esperado.
- Añadir a las palabras clave utilizadas un ejemplo de resultado. Por ejemplo, si se busca un listado de razas de perro, y buscando las palabras Listado de razas de perros no se obtuviese el resultado deseado, se podría añadir alguna raza: listado de razas de perros, terrier.
- Definir un tipo de archivo. Por ejemplo, si se busca un texto que aborde ampliamente un tema, se puede indicar que deseamos obtener exclusivamente documentos del tipo pdf.
- Definir una fecha. Si se busca una información reciente, se le puede indicar al buscador que sólo queremos ver informaciones creadas antes de una fecha.
Solo podemos añadir que dominar los motores de búsqueda es como aprender un nuevo idioma: requiere práctica, pero sus beneficios son infinitos.
Alternativas en la búsqueda de información
Los motores de búsqueda son una herramienta muy importante en el uso habitual de Internet. No obstante, los motores de búsqueda no son siempre la mejor opción para buscar determinada información. Por ejemplo, si buscas un hotel barato en determinada ciudad o deseas comprar un sofá de segunda mano, existen servicios específicos para ello. En los últimos años ha ido apareciendo una gran diversidad de servicios especializados en registrar, comparar y ofrecer información de calidad de todo tipo de productos y servicios.
Si se busca un hotel, un billete de avión, objetos de segunda mano o una presentación de power point, existen servicios específicos para ello. Aunque el uso de un buscador genérico podrá ofrecer resultados si se hacen estas búsquedas (por ejemplo, hoteles en Sevilla), los resultados serán mucho mejores si se utilizan estos servicios específicos.
Para hacernos una mejor idea de lo que hablamos, pongamos algunos ejemplos:
- Búsqueda de alojamientos y viajes. Existen servicios comparadores de vuelos, hoteles y alquileres de coche que resultarán de interés para encontrar el transporte y el alojamiento buscado. Por ejemplo, Trivago, Kayak, Omio, TripAdvisor, Skyscanner, eDreams, Thetrainline, Booking o AirBnB.
- Búsqueda de direcciones. Si se desea localizar una dirección postal o, incluso, que nos digan cómo llegar hasta allí, la mayoría de los buscadores genéricos ofrecen este servicio. Es el caso de Google Maps o Bing Maps. No obstante, existen otros servicios independiente de los buscadores, como Here WeGo, Waze o MapQuest.
- Búsqueda académica y científica. Por ejemplo, WolframAlpha es un motor especializado en cálculos matemáticos, estadísticas y conocimiento experto en áreas como ciencia, tecnología y cultura. Por otro lado, Google Scholar es una plataforma académica que permite buscar artículos científicos, tesis y publicaciones especializadas.
La variedad de servicios de este tipo es muy amplia, lo que quiere decir que hay vida más allá de los buscadores.
La IA como alternativa a los motores de búsqueda
La inteligencia artificial (IA) está emergiendo como una alternativa poderosa a los motores de búsqueda tradicionales, ofreciendo experiencias de búsqueda más avanzadas y personalizadas. Mientras que los motores de búsqueda tradicionales ofrecen listas de enlaces de sitios webs relacionados con las palabras clave utilizadas, la IA tiene una comprensión profunda del lenguaje humano y ofrece respuestas directas. Esta forma de buscar información se conoce como motores de razonamiento.
Los motores de razonamiento pueden proporcionar respuestas más directas, precisas y contextualmente relevantes que los motores de búsqueda. Este cambio está redefiniendo la forma en la que los usuarios utilizamos Internet, priorizando la interacción conversacional y la personalización extrema.
Adicionalmente, la IA no solo puede ofrecer un texto de respuesta, sino que también puede analizar y sintetizar información para ofrecernos la respuesta en la forma en la que la necesitamos. Por ejemplo, si le preguntamos sobre un tema complejo como el cambio climático, la IA puede ofrecernos un resumen basado en estudios científicos, artículos de noticias o datos estadísticos. Si no entendemos su respuesta, le podemos decir que nos lo explique con un lenguaje simple o como si fuéramos niños de 10 años.
El gran inconveniente de las soluciones de IA actuales es que la IA puede generar respuestas incorrectas o sesgadas (por ejemplo, ofrecer errores en datos médicos). Esto hace que su fiabilidad esté puesta en duda. No obstante, si la información ofrecida es importante para nosotros, siempre se puede contrastar verificando la fuente.
Dado que los sistemas informáticos actuales pueden entender la voz humana y que la IA permite que se le hagan preguntas de forma natural, como si fuese una conversación, todo apunta a que esta nueva tecnología transformará la forma en la que utilizamos los motores de búsqueda. Los propios buscadores lo saben. Por ese motivo, los principales motores de búsqueda están incorporado opciones de búsqueda con IA en sus servicios. Este es el caso de la IA Gemini de Google o de Copilot en Bing. Aparte de los anteriores, existen otras muchas alternativas de servicios de inteligencia artificial. Este es el caso de ChatGPT, DeepSeek, Consensus, Claude o Perplexity, entre otros muchos.
Por otro lado, están apareciendo nuevos motores de búsqueda que están basados directamente en el uso de IA. Este es el caso de You.com, Neeva, Komo o Andi Search. Algunos de ellos están ofreciendo herramientas especializadas. Por ejemplo, Consensus usa la IA para analizar estudios científicos y responder preguntas basadas en evidencia académica o Elicit automatiza revisiones de literatura académica y extrae conclusiones de miles de artículos. Esto daría pie a poder responder a preguntas como «¿Es efectivo el keto para perder peso?«.
Parece claro que las capacidades de la inteligencia artificial puede transformar significativamente la manera en que accedemos y utilizamos la información. La personalización, la interacción conversacional y la síntesis de datos proporcionada por los servicios de IA representan una evolución más allá de los motores de búsqueda tradicionales. Integrar estas herramientas en nuestra vida diaria no solo mejorará la eficiencia de nuestras búsquedas, sino que también enriquecerá nuestra comprensión del mundo a través de un acceso más intuitivo y detallado a la información.
Posiblemente la IA no eliminará los motores de búsqueda, pero los transformará en asistentes inteligentes capaces de entender, crear y actuar. La cuota de mercado de los servicios de IA no deja de crecer cada año.
Más información
En este artículo se han definido los motores de búsqueda y explicado su utilización. Espero que le haya resultado de interés. En este blog se dispone de otros muchos contenidos relacionados. Por favor, utilice el buscador de contenidos que tenemos en la cabecera.
Por otro lado, estos son algunos otros artículos que pueden ser de interés:
- Breve historia de los buscadores de internet
- Qué es la IA y cómo funciona
- Prompts para IA: Cómo preguntar para obtener mejores respuestas.
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