Arrakis

Historia de Arrakis. Un éxito emprendedor

Tres amigos veinteañeros crearon Arrakis en 1995. Aquellos años fueron los comienzos de la explosión del uso de Internet. A pesar de la gran competencia que tuvieron este tipo de empresas, ellos supieron diferenciarse y convertirse en los líderes del mercado. Cuatro años más tarde vendieron la empresa a British Telecom por 13 millones de euros de la época. Aquel fue uno de los primeros precedentes de una venta exitosa de empresas tecnológicas emergentes (start up) en España. Veamos la historia de Arrakis.

En aquella época el acceso a Internet se hacía mediante módem de red telefónica. No solo había que pagar los servicios de un proveedor de acceso a Internet, sino que había que conectarse con él mediante una cara llamada telefónica (frecuentemente una llamada interprovincial). Antes de que Telefónica crease la red Infovía y que apareciesen proveedores de acceso como Arrakis, el hacer uso de Internet era realmente caro y exclusivo.

Para los que vivimos los primeros años de Internet en España, Arrakis fue un referente nacional. Provocó una gran bajada de precios y ayudó a popularizar el uso de Internet. Todo esto ocurrió hace unas décadas, por lo que, para entenderlo bien, es necesario describir el entorno tecnológico en el que ocurrió.

Por cierto, este contenido ha sido revisado por Germán Torrado, uno de los fundadores de Arrakis.

Historia de los fundadores

El sevillano Luis Torrado Guerro era el típico chico con facilidad de palabra. Lo que podemos llamar un vendedor nato. Cuando alcanzó la mayoría de edad eran muy populares las tiendas de informática. El IBM PC había salido pocos años antes y había una verdadera oleada de nuevos comercios dispuestos a vender ordenadores y todos los accesorios necesarios (impresoras, software, discos magnéticos, tarjetas de memoria, etc.).

En este entorno, no es de extrañar que, con 19 años, Luis empezase a trabajar en una tienda de informática. Su primer trabajo fue de chico para todo. No obstante, sus cualidades comerciales hicieron que dos años más tarde trabajase ya de comercial. ‘Tenía que explicarle a notarios de 60 años para qué servía un PC 286’, recordaba años más tarde.

A finales de los años 1980 no existía todavía el acceso comercial a Internet. Los aficionados a la informática de la época compartíamos información gracias a los BBS (Bulletin Board System). El BBS era un servidor al que había que conectarse por módem de red telefónica. Permitía intercambiar información, participar en foros, leer noticias y hacer uso de algunas aplicaciones (como el correo electrónico). Las comunicaciones no eran en tiempo real ya que la mayoría de los servidores BBS solo admitían a uno o dos usuarios simultáneos. Los distintos servidores BBS se conectaban entre sí gracias a redes como Fidonet.

Luis Torrado era usuario habitual de las BBS. Juan Ignacio Rodríguez Tejada tenía una BBS en Sevilla llamada Alija. Según el propio Luis: ‘Busqué una BBS y me encontré con que la mejor que había en el país estaba en mi propia ciudad, a precio de llamada local y en propiedad de un tal Juan Ignacio Rodríguez‘. Fue cuestión de tiempo que ambos terminarán siendo amigos. Era 1990.

En realidad, Luis Torrado había aprendido el lenguaje de programación Cobol y aspiraba a ser programador. Luis leyó en los foros que Juan Ignacio necesitaba una disquetera para su servidor. Así que se le ocurrió llevarle una disquetera y darle una lección de cómo se instala. Cuando llegó se encontró con un verdadero centro de comunicaciones instalado entre su cama y la librería de su habitación. ‘Entendí que cualquier cosa medianamente instalable en un ordenador no tenía ningún misterio para él‘ diría posteriormente recordando el hecho. Esta experiencia le impresionó tanto que dejó sus sueños de programador para centrarse en las ventas.

En 1992 Luis tenía 24 años, era jefe de ventas y ganaba 1.500 euros al mes. Su novia estaba impresionada. En aquella época eso era mucho dinero. Cualquiera estaría contento y se habría centrado en disfrutar del momento. Pero él decidió dimitir: ‘No me dejaban hacer las cosas como quería‘ y continúa ‘nunca he tenido miedo al paro, sé que siempre voy a salir adelante‘ (entrevista en El País, 1999).

Ordenador personal de la época
Ordenador personal de la época

Su primer negocio: el taller ADN

Juan, el hermano mayor de Luis, tenía un pequeño taller de reparación de ordenadores en Sevilla. Le habían ofrecido un puesto en una gran empresa, así que le ofreció a Luis que se quedase con él. Luis vio en la oferta una gran oportunidad para ser su propio jefe. Enseguida pensó en Juan Ignacio para que le ayudase. Su amigo había probado a estudiar en la universidad, pero le gustaba más trastear con los ordenadores que perder el tiempo aprendiendo cosas que le parecían inútiles. En ese momento trabajaba en el área técnica de una empresa de informática, así que, para ambos suponía la oportunidad de independizarse.

El hermano pequeño de Luis, Germán, estudiaba formación profesional en electrónica industrial. Recuerda que le gustaba ayudar en el taller. Al final, terminó trabajando allí.

Se trataba de un destartalado taller, sin ventanas y repleto de estanterías con equipos estropeados, piezas y accesorios. No obstante, entre 1992 y 1995 se dedicaron sin descanso a sacar adelante el negocio. Se llamaba ADN (Aplicaciones, Desarrollos y Nodos) y era propiedad de Luis y de Juan Ignacio. Aunque ‘reparamos lo irreparable e instalamos lo imposible‘, Luis lo recuerda como una gran decepción: ‘apenas hacíamos poco más que reparar spectrum y PC y pedir créditos‘. Para seguir funcionando, Luis tenía que trabajar diez horas diarias, incluido los fines de semana. Además, tuvo que volver a vivir con sus padres para reducir gastos.

Para colmo de males, ese año acabaron robándole en el taller y se lo llevaron todo. Luis lo recordaría más adelante: ‘Por si teníamos poco, nos robaron hasta el último tornillo‘ (entrevista en El País, 1999).

Visto con perspectiva, más bien parece que los ladrones les hicieron un favor.

El acceso a Internet de la época

Los años 1990 se caracterizaron porque la informática personal tuvo un gran desarrollo e Internet empezó a desplegarse comercialmente. Goya Servicios Telemáticos se convirtió en 1992 en el primer proveedor comercial de acceso a Internet en España. En aquel tiempo, se accedía a Internet utilizando un módem telefónico a velocidades de 1200 bps (bits por segundos). Con los años, la tecnología permitió alcanzar los 56 kbps.

En los años siguientes aparecieron Servicom y algún otro proveedor. Cada proveedor instalaba los equipos en su ciudad y ofrecía un número telefónico de acceso a su red. El proveedor tenía que poner tantas líneas telefónicas como usuarios simultáneos esperaba que se conectasen. A los proveedores de acceso a Internet se les conoce de forma genérica como ISP (Internet Service Provider).

Para la mayoría de los usuarios tenía el gran inconveniente de que se veían obligados a hacer una cara llamada telefónica interprovincial. Además, el proveedor de acceso cobraba una cuota mensual fija por el servicio más una tarifa por el tráfico cursado. En resumen, acceder a Internet era muy caro.

En septiembre de 1995 Telefónica de España creó Infovía. Se trataba de una red que hacía de intermediario entre los usuarios y los proveedores de acceso a Internet. Para los usuarios tenía la gran ventaja de que ofrecía un número telefónico de acceso especial (el 055) con la tarifa de una llamada urbana, local. De pronto, el precio del acceso a Internet podía llegar a ser la cuarta parte de lo que costaba antes. Para el proveedor de acceso suponía que no tenía que preocuparse de crear una infraestructura de acceso para sus usuarios. Esto es, no tenía que poner múltiples líneas telefónicas con módems.

Creación de Arrakis

A finales del año 1995, Luis Torrado y Juan Ignacio Rodríguez, estaban completamente decepcionados con la experiencia de su taller. No es de extrañar que decidieran darle un giro importante a sus vidas.

Juan Ignacio siempre fue muy inquieto tecnológicamente. Él había creado un BBS, Alija, que llegó a tener una cierta relevancia a nivel nacional. Para el BBS utilizaba un ordenador Atlas PC con microprocesador 8088 y dos módems. Juan Ignacio se enteró de que Telefónica había sacado Infovía, así que le comentó a Luis la posibilidad de crear un servicio de acceso a Internet a través de Infovía, un ISP. Este fue el comienzo de la exitosa historia de Arrakis.

Juan Ignacio sabía cómo gestionar servidores. Lo único que le hacía falta aprender es cómo manejar las conexiones a Internet. A finales de 1995, a través de un amigo que tenían en Telefónica, lograron organizar unas pruebas piloto y todo funcionó. En enero de 1996 crearon Arrakis Servicios y Comunicaciones SL.

En esta ocasión fueron tres los que crearon la empresa: Luis, Juan Ignacio y Germán, el hermano de Luis, que entonces tenía 20 años y, además de electrónica, había estudiado marketing.

Necesitaban comprar servidores y crear la infraestructura necesaria. Aunque tenían el dinero del seguro, todavía necesitaban 12.000 euros para empezar a trabajar. No consiguieron que ningún banco les prestara el dinero. Buscaron el dinero entre amigos y familiares, pero tampoco lo consiguieron. Finalmente lograron el dinero gracias a un antiguo cliente del taller.

Película Dune. Planeta Arrakis
Película Dune. Planeta Arrakis

El nombre de Arrakis viene de la novela de ciencia ficción Dune (escrito por Frank Herbert). Arrakis es el planeta central de la novela. El libro fue un gran éxito de ventas en diversos idiomas y se llevaría al cine en 1984. En el planeta Arrakis había una constante falta de recursos y es donde vivía la especie que daba el conocimiento del futuro. Fue Germán quien le puso el nombre. Estaba leyendo el libro por aquel entonces.

Utilizando el programa de diseño Corel Draw y el de retoque fotográfico Photoshop, Germán creó el logo de la empresa y la página web.

Un entorno de gran competencia

Lo cierto es que Infovía resolvía el mayor problema que tenían los ISP: el acceso universal de los clientes a su red. Además, este acceso era de bajo precio para los clientes. Las tiendas de informática de la época ya no dejaban tanto dinero como antes y para muchos emprendedores, Infovía supuso un reclamo al que no se pudieron resistir.

A finales de 1996 había unas 300 empresas ISP en España y dos años más tarde se superaron las 600. De hecho, España se convirtió en el país del mundo que más proveedores de acceso globales tenía. Otros países tenían un número mayor de ISP, pero sin cobertura nacional.

Se pasó de disponer de muy pocos ISP donde elegir a tener una gran saturación de ISP. ‘Era como la conquista del Oeste, te ponías en la línea de partida, y a colonizar‘, dijo Luis en una entrevista a El País en 1999.

¿Cómo sobrevivir en ese entorno altamente competitivo? En Arrakis supieron ver la amenaza y tuvieron claro qué hacer para diferenciarse: ofrecerían el servicio al precio más bajo posible.

Expositor de Arrakis en una feria del sector
Expositor de Arrakis en una feria del sector (foto Rafa Prades)

La estrategia de negocio de Arrakis

Como Arrakis no tenía todavía experiencia en desarrollar servicios más complejos, se olvidaron de las empresas y se centraron en el público general. Ellos eran usuarios y sabían muy bien lo que el típico usuario de la época deseaba: un servicio que funcionase bien a un precio bajo. Ofrecieron el acceso a Internet por 18 euros al trimestre. Este precio era extremadamente bajo para la época.

Para ellos suponía una gran apuesta, ya que solo conseguirían beneficios si el número de clientes era muy alto (economía de escala). Juan Ignacio y Luis tenían la suficiente experiencia como para conocer el consumo medio de datos de los clientes. Hicieron los cálculos y vieron que necesitaban más de diez mil usuarios para conseguir beneficios. Afortunadamente, los consiguieron en poco tiempo.

Una pieza clave fue que se centraron en simplificar los trámites de alta de clientes. En aquel entonces era normal que la empresa enviase el contrato por correo postal al cliente para que lo firmase y devolviese. Esto demoraba el alta varias semanas, si no, meses. Ellos lo simplificaron al extremo. Daban el alta sobre la marcha, en la misma llamada telefónica, a través de chat o por web. Tan solo pedían el nombre y la forma de pago. Si no realizaban el pago en una semana, le cortaban el servicio.

Luis y Germán Torrado en las oficinas de Arrakis en La Cartuja
Luis y Germán Torrado en las oficinas de Arrakis en La Cartuja

Organizar este proceso no les fue fácil. Crearon su propio software y consiguieron que en el banco pudiesen leer sus archivos para realizar los cobros. Todos les decían que iban a tener mucho impago, pero su morosidad se mantuvo siempre por debajo del 2%.

Por otro lado, pensaron que sus mejores prescriptores serían los locos de la informática (hoy se les llamaría los freak o frikis de los ordenadores). Los aficionados o profesionales que, como Juan Ignacio, estaban pensando todo el día en cómo resolver algún nuevo reto eran personas a las que todo su entorno les preguntaba a la hora de contratar. Se centraron en ellos para identificarlos y tenerlos contentos. Ocasionalmente les ofrecían un mayor ancho de banda (mayor velocidad de acceso) o estaban abiertos a colaborar con ellos abriéndoles algún puerto para que hicieran sus experimentos.

Su obsesión por mantener contentos a los informáticos fue tal que trajeron a España una réplica del conocido servidor de programas gratuitos TwoCows. También lideraron la creación en 1997 de IRC-Hispano. Poco tiempo después se convertiría en la red de chat (conversaciones) más importante de España.

El éxito de Arrakis fue inmediato, rápidamente se convirtió en una empresa de éxito nacional. A finales de 1996, Arrakis era el líder del mercado con 34.000 usuarios registrados. En el año 97 superaron los 60.000 usuarios y facturaron 3,6 millones de euros. En el año 98, Arrakis seguía siendo líder del mercado en España con una cuota del 15%. La empresa llegó a tener 150 empleados en unas oficinas en uno de los mejores sitios de la ciudad: el parque tecnológico de la isla de la Cartuja en Sevilla.

Página de los canales de IRC-Hispano
Página de los canales de IRC-Hispano

La iniciativa publicitaria

La publicidad fue otro de los aspectos en los que destacó Arrakis. Desde el comienzo, invirtieron en publicidad todo lo que pudieron. Además, tuvieron la certeza de realizar campañas muy agresivas y de bajo presupuesto.

German había crecido entre ordenadores. Con apenas cinco o seis años transcribía en el ordenador las instrucciones en Basic que venían en las revistas de juegos de la época. Con siete u ocho manejaba hojas de cálculo, procesadores de texto, bases de datos y prácticamente todo lo ejecutable en un ordenador.

Recuerda Luis que Germán ‘…tenía la habilidad de manejar los programas más complejos a la primera…, pero era en la publicidad y el diseño donde más brillaba‘. Germán era especialmente creativo.

Su bajo presupuesto inicial los condicionaba pero, por ejemplo, hicieron un envío de correos electrónicos (mailing) a todas las tiendas de informática. Todo un hito, teniendo en cuenta que el mailing no era muy habitual en aquellos tiempos. Esto les costó 90 euros (de la época).

A Germán le gustaba ser muy trasgresor. Siempre imaginaba nuevas formas de llamar la atención hacia la marca. Según recuerda Luis ‘cuando llegaba a mi despacho por la mañana, siempre encontraba algún nuevo mensaje de protesta proveniente de alguna asociación a la que nuestra campaña le había resultado intolerable junto con alguno de felicitación de otra a la que le había parecido genial‘.

Páginas web de Arrakis
Páginas web de Arrakis

Para apoyar el alta inmediata del servicio crearon el lema ‘Pruebe nuestro servicio y, si le gusta, páguelo‘. No obstante, el lema publicitario de Arrakis era ‘Ni una sola gota de agua sobre la superficie de Arrakis‘. Los anuncios de televisión fueron muy impactantes. Este lema, aunque evocaba al planeta Arrakis, realmente no significaba nada comercialmente, salvo que llamaba tremendamente la atención. La gente, sorprendida, preguntaba sobre su posible significado y se creaban disertaciones sobre ello.

Las campañas publicitarias eran agresivas y sin complejos. Frecuentemente hacían campañas haciendo referencia a las de sus competidores. El objetivo era crear polémica y aumentar la relevancia.

Por otro lado, hicieron un uso intensivo de la publicidad en Internet. Como tenían uno de los servidores más visitados en el país, esta publicidad les sirvió para captar muchos usuarios de la competencia. Pusieron publicidad hasta en las páginas de error de ‘página no encontrada‘.

El liderazgo técnico de Arrakis

Desde el punto de vista técnico, Juan Ignacio hizo gala de su genialidad tecnológica. En sus comienzos les dijeron que necesitaban dos routers: uno para Internet y otro para Infovía. Juan Ignacio reconfiguró el único router que tenían para que pudiese hacer el trabajo de los dos.

Fueron el primer ISP en disponer de una conexión de 34 Mbps con Infovía. A pesar de ello, a diferencia de la mayoría, no se conformaron con lo que les ofrecía Infovía. Analizaron los destinos de su tráfico y establecieron rutas directas con los más populares. Esto les llevó a conectarse directamente con varias operadoras de telecomunicaciones. Por ejemplo, tenían enlaces por satélite con Estados Unidos. Además, establecieron circuitos punto a punto con los proveedores de los servicios nacionales más demandados. Esto suponía que cuando uno de sus usuarios visitaba una página alojada en algún otro proveedor nacional, el tráfico no entraba en Internet, sino que se canalizaba por las rutas alternativas, mucho más rápidas y baratas. Estas medidas aumentaron considerablemente la calidad de servicio y, sobre todo, su rentabilidad.

Revistas Arrakis
Revistas Arrakis

Para hacer que toda esta infraestructura funcionase, llevaron a los routers de red a unos límites que los propios fabricantes no reconocían que fuera posible. Por ejemplo, modificaron el Kernel del Unix de los servidores y el software de los routers Cisco 2500 que utilizaban para mejorar fuertemente el rendimiento y poder meter más usuarios de los que Cisco aseguraba que era el límite de su equipo. La mejora fue tal, que vinieron de Estados Unidos los ingenieros de Cisco para comprobarlo.

Como dijo Luis recordando aquellos tiempos ‘Si hay alguien en este mundo capaz de utilizar la tecnología existente para hacer algo que jamás se haya hecho, ese es Juan Ignacio’. El lema del Departamento Técnico de Arrakis era: ‘Nosotros no usamos la última tecnología, usamos la que aún no existe‘. El crecimiento de Arrakis fue tal que el tamaño de su red de datos era mayor que la de muchos bancos. Continuamente tenían que desarrollar nuevas soluciones para seguir cursando todo ese tráfico. Para los fabricantes de equipos, Arrakis se convirtió en un campo de pruebas de altas prestaciones.

Por poner otro ejemplo, el software que hacía funcionar IRC-Hispano, llamado Scytale, lo escribió Juan Ignacio junto con Alberto Rodríguez Ortega (alias Goku), subdirector técnico de Arrakis. Se trataba de un robot de mantenimiento de redes IRC.

El equipo fue la clave del éxito

Formaron un buen equipo. Luis Torrado era el Director General de la empresa (CEO), Juan Ignacio Rodríguez el Director Técnico (CTO) y Germán Torrado el Director de Marketing (CMO). A este equipo inicial se unió Cristina Torrado, la menor de los hermanos. Había terminado de estudiar psicología en la Universidad y se responsabilizó de gestionar los recursos humanos (Directora de Recursos Humanos, CHRO).

Todos coinciden en que el liderazgo de Luis fue clave para el éxito de Arrakis. No obstante, la suerte o el saber hacer de Luis hicieron posible que el equipo estuviese formado por personas con grandes habilidades. Juan Ignacio fue un genio tecnológico, Germán fue un genio en la publicidad y Cristina tuvo la gran habilidad de mantener un buen ambiente laboral en un entorno en constante expansión.

Desde Recursos Humanos, Cristina hizo una gran labor para organizar el crecimiento. Ella diría: ‘Nuestro problema era que no teníamos dinero para pagar currículos brillantes (…) así que decidimos seleccionar a gente con un perfil autodidacta, con capacidad para ilusionarse y un alto grado de especialización, aunque la formación puede ser muy informal«. La media de edad era de 27 años y para el 80% de la plantilla, este era su primer trabajo. Luis Torrado fue siempre el empleado de mayor edad y eso que tenía 31 años cuando se vendió la empresa.

La compra por British Telecom

En esos años el uso de Internet crecía exponencialmente. A partir del año 1997 las grandes empresas de telecomunicaciones comenzaron a fijarse en las oportunidades que ofrecía este mercado dominado por pequeños proveedores. A finales de 1997, Retevisión (que con el tiempo acabaría siendo Orange) se interesó por Arrakis, pero Luis Torrado no pensó que eso iba en serio. Retevisión acabaría comprando a Servicom, además de a otras posteriormente.

Telefónica fue la siguiente que puso interés en Arrakis. En 1998 le sucedieron conversaciones con France Telecom y con British Telecom. A Arrakis les gustaba más la idea de cerrar con Telefónica, con quien llegaron a firmar un preacuerdo de intenciones. No obstante, coincidió con problemas internos en Telefónica y el acuerdo se paralizó. Finalmente, en noviembre de 1998, Luis Torrado firmó el acuerdo de compra con British Telecom (BT). La cantidad acordada rondaba los 13 millones de euros. El acuerdo se haría público en enero de 1999, justo tres años después de haberse creado la empresa.

Luis recuerda las negociaciones como algo agotador: ‘nosotros contábamos tan sólo con un abogado, mientras que el equipo de compra de BT tenía 14 personas, a los que acompañaba otro equipo de diez abogados y otros diez economistas. No sé ni como salimos vivos tras enfrentarnos a semejante despliegue de medios‘.

Tanto los hermanos Torrado como Juan Ignacio Rodríguez permanecieron en sus cargos por unos meses. Ellos cuentan que en BT tenían procedimientos muy burocráticos, que era imposible tomar decisiones. Eso hizo que la situación se tornase muy incómoda. Llegaron a un acuerdo para pasar a ser consultores, sin cargo ejecutivo.

British Telecom tomó finalmente el pleno control de la empresa y acabó integrándola en su propia infraestructura. Las oficinas de Arrakis en Sevilla terminarían desapareciendo. En realidad, parece que British Telecom no estaba realmente interesada en el negocio de ISP, sino en la cartera de clientes de Arrakis.

Al liberarse las telecomunicaciones, Telefónica se vio obligada a desmontar Infovía. Los ISP tuvieron que gestionar de nuevo las líneas telefónicas de acceso a sus servicios. Si eras un operador, como BT, Telefónica te tenía que pagar por las llamadas que terminaban en tu red. Como el consumo telefónico de los clientes de Arrakis era muy elevado, esto suponía unos ingresos apreciables. BT pensaba que el servicio de acceso a Internet acabaría siendo gratuito, pero que las llamadas telefónicas seguirían siendo negocio.

La valoración inicial de la empresa se basaba en los 70.000 clientes que Arrakis declaraba que tenía. British Telecom decidió encargar una auditoría donde se vio que el número de clientes era menor, además de algunas deudas no declaradas. Basándose en estas conclusiones, decidió que el precio total a pagar debería ser de 10,8 millones de euros. En enero de 2001, Luis Torrado reclamó judicialmente la diferencia, pero los Tribunales le dieron la razón a British Telecom.

Qué pasó con los fundadores de Arrakis

Después del tiempo que permanecieron en BT y del periodo de no concurrencia al que le obligaba el contrato de venta, los tres fundadores, Luis, Germán y Juan Ignacio, volvieron al sector de la informática creado en julio de 2007 la empresa Mentat Consultores. Se trataba de una consultora de telecomunicaciones e Internet. Con el tiempo abordaron proyectos de software libre, formación e identidad digital.

En cuanto a Cristina, su especialidad eran los recursos humanos, por lo que no tenía ninguna concurrencia con BT. Siguió un camino distinto al de sus hermanos y creó su propia consultora: Piensa.

Germán Torrado en las oficinas de Genetsis en Shanhai
Germán Torrado en las oficinas de Genetsis en Shanhai

Con el tiempo, cada uno de los fundadores de Arrakis tomó caminos distintos:

  • Juan Ignacio Rodríguez. Después de permanecer tres años en su consultora, en 2011 lo contrataron como experto en seguridad informática en la empresa Soltel. De ahí pasó a otros puestos de responsabilidad en distintas empresas. No ha vuelto a involucrarse en aventuras empresariales.
  • Luis Torrado. Por desgracia no he encontrado ninguna información sobre sus actividades más allá de Mentat consultores.
  • Germán Torrado. Fue socio director en la consultoría de su hermana hasta 2007. Ese año fue cofundador de Mentat, no obstante, nunca se implicó demasiado. En 2007 se marchó a China, a Shanghai. Fue Director General de empresas como Orienta o DNA, dedicadas a la importación y exportación con España y Latinoamérica. Luego se centró en el mercado chino, trabajando como Director General de empresas, como E-power Brands o Genetsis, que ayudan a otras empresas a posicionarse y vender en el mercado chino.
  • Cristina Torrado. Tras la venta de Arrakis creó la consultoría Piensa, donde sigue en la actualidad. Se trata de una consultora de recursos humanos, coaching, formación y desarrollo de directivo. Además, ha escrito varios libros de investigación de eneagrama y autoayuda.

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18 comentario en “Historia de Arrakis. Un éxito emprendedor

  1. lo de modificar la ios de un router del nivel de cisco (aunque fuesen los pequeños), lucent, huawei, nokia, etc…..va a ser que no me lo creo. y lo de modificarla para admitir mas clientes…..por ahí ya no paso.

    1. Muchas gracias por el comentario. Hay que tener en cuanta que estamos hablando de mediados de los 90. Nokia y Huawei todavía no habían fabricado su primer router y Lucent llevaba pocos años en este negocio. Cisco fue uno de los pioneros, pero en aquellos años las cosas funcionaban de otra manera. En cualquier caso, lo que no cabe duda es que supieron hacer las cosas de otra manera.

      Saludos y gracias de nuevo

  2. Soy de Venezuela y en ese tiempo, llegaban a mi mano, revistas sobre informática donde confieso que no me importaba nada más que la publicidad de Arrakis y por solo eso las compraba.

    He llegado hasta este artículo, porque recordé a Arrakis y busqué en Google. ¡Y qué palo de articulazo para una historia tan inspiradora y emocionante!!

    Saludos al escritor.

  3. El resumen está muy bien pero creo que estaría bien que se hablase con los implicados para corroborar las historias. Sí que hicieron un verdadero milagro en su momento con los medios que tenían y las dificultades a las que se enfrentaban en el día a día. Estoy especialmente orgullosa de mi marido, el que nunca sale en las fotos 😉

    1. Le agradezco mucho su comentario. Para nosotros es de gran interés poder hablar con su marido para completar esta historia con su aportación. Le agradecería mucho que nos contactase escribiéndonos a blog[a]carballar.com. Seguro que la historia será más completa con su aportación.

      Saludos cordiales.

  4. Me sorprende lo de que modificaron los IOS de los routers, no se en los 2500 pero suelen ser un fichero binario.
    ¿De este proceso y cuando fue Cisco a hablar con ellos hay algo de documentación?

    1. Ciertamente sorprendente pero Juan Ignacio se movía como pez en el agua por los archivos binarios y no le importaba echar horas hasta dar con lo que buscaba. Por otro lado, estaba bien relacionado, lo que le permitía acceder a información técnica específica. Los detalles de cómo lo hizo habría que preguntárselo a él.

      Muchas gracias por el comentario. Saludos

  5. Gran articulo para los que vivimos los inicios, Recuerdo perfectamente a Arrakis y su servicio sobre RTC y despues sobre aDSL. Su correo de 2Megas, Tambien sus miticos servidores de IRC como Atreides y Dune.
    Todo muy retro ya 😉

  6. La historia de Arrakis está plagada de anécdotas curiosas que darían para llenar un libro (gordo).
    Desde curas bendiciendo las oficinas a publicidad con muñecas inflables X-D

    Me ha encantado el recorrido histórico, aunque me da la impresión de que no has hablado con los protagonistas, ¿me equivoco?

    1. Yo los conocí. Teníamos un amigo en común. Estuve a punto de aportar un millón de pesetas que necesitaban para invertir en equipos. Finalmente no me arriesgué. Conocida la historia, si lo hubiese hecho, le habría sacado un gran rentabilidad. En cualquier caso, si tienes alguna sugerencia o información que permitan mejorar este pequeño homenaje a los fundadores, serán bienvenidas.

      Saludos y muchas gracias por el comentario.

  7. Muy ameno el artículo. Me ha hecho recordar aquellos tiempo, y ha estado bien leer como fue la aventura emprendedora de unos chavales en aquellos tiempos. Muchas gracias por el esfuerzo para documentar y redactarlo.

  8. Muy interesante. Me gustaría destacar la importancia de que lo hicieran todo desde Sevilla y no se hubieran largado a Madrid o Barcelona. Prueba fehaciente de que se puede innovar y de manera puntera sin tener que irse a los dos grandes polos económico financieros.

    1. Muchas gracias por el comentario. Le estoy muy agradecido.

      Ciertamente, es una pena no haber podido completar la historia con la información sobre qué ha pasado con Luis Torrado, pero no pierdo la esperanza.

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