Uptodown es una empresa malagueña de descarga de aplicaciones que poco a poco ha logrado hacerse un hueco en el mercado mundial hasta situarse como principal competidor de Google Play. Esta es la historia de Uptodown, empresa creada por dos jóvenes informáticos con sus ahorros y que han sabido convertirla en millonaria sin contar con socios inversores ni tecnológicos.
Generalmente, el mundo de las startups está lleno de ejemplos de éxito que han sido logrados gracias a la aparición de un inversor que les aportó el capital necesario para crecer o la aparición de un socio tecnológico que le abrió las puertas de los mercados. Son muy pocos los casos de emprendedores que, sin más ayuda que sus pocos ahorros y su duro trabajo, logran vencer todos los obstáculos hasta hacerse un lugar preferente en un entorno tecnológico tan competitivo. Este es el caso de Uptodown.
Por otro lado, todavía es más excepcional el hecho de que, habiendo logrado un lugar destacado, no hayan aceptado ninguna de las ofertas millonarias que han recibido y sigan prefiriendo ser ellos mismos los que lideren la lucha diaria contra los competidores globales contra los que se enfrentan. Dicen que nos les importa tanto el dinero como el reto de seguir estando ahí.
El nacimiento de Uptodown
Luis Hernández y José Domínguez se conocieron en la universidad de Málaga. Ambos estudiaban ingeniería informática. Tanto ellos, como muchos de sus compañeros pasaban horas creando aplicaciones que luego no podían dar a conocer por falta de medios. Sencillamente se la mostraban a su entorno más cercano y poco más. Como un proyecto para la universidad, a ellos se les ocurrió la idea de crear un servicio web donde los desarrolladores pudieran subir sus aplicaciones y darlas a conocer a los posibles interesados. El objetivo era ofrecer una plataforma abierta y confiable de distribución de software.
Sin pensarlo mucho y antes de terminar sus estudios, en 2002 crearon un portal de descargas de aplicaciones al que llamaron Uptodown.com. Tenían apenas 22 años. En julio de 2003 le dieron forma legal y crearon la empresa Media Ingea SL. Todo su capital social se limitaba a un par de ordenadores de sobremesa y 20 euros en metálico.
Comenzaron creando un catálogo con todos los programas que ellos mismos habían desarrollado más algunos otros de terceros. Antes de tener ingresos estuvieron meses haciendo todo el trabajo de edición, búsqueda de nuevos programas que añadir al catálogo y comercialización de sus servicios.
El hecho es que los dos amigos eran unos apasionados del desarrollo de aplicaciones. José Domínguez, Pepe, era un especialista en programas P2P y de mensajería distribuida y Hernández había realizado proyectos ambiciosos como Eremus (un juego de mus online) o Kas2001. Éste último era un software de inteligencia artificial con el que podías hablar y le podías pedir que te gestionase distintas tareas del ordenador, como ejecutar un programa o revisar tu correo electrónico. Un Alexa o Siri de la época, pero funcionando en Windows.
El modelo de negocio
Su web uptodown.com contenía las aplicaciones que subían los desarrolladores y ofrecía las herramientas necesarias para que los usuarios interesados pudieran encontrar los programas que buscaban, así como descargárselos de una forma segura. Era y es lo que hoy se conoce como una app store, una tienda de aplicaciones.
En las tiendas de aplicaciones, el autor que sube la aplicación fija el precio de venta que estima oportuno y la plataforma se encarga de cobrar el precio al usuario que la descarga. Generalmente, las plataformas se quedan con una comisión y paga el resto al autor. Por ejemplo, Google o Apple se quedan con el 30%. Ellos, sin embargo, se decidieron por no utilizar este sistema. No cobraban ninguna comisión por las ventas, sino que todos sus ingresos venían de la publicidad en su web de descargas.
Además, a diferencia de otras plataformas de descargas, nunca han hecho publicidad invasiva, ni forzado a que el usuario se descargara otras aplicaciones inadvertidamente o tácticas similares. La única gestión que hacen con las aplicaciones subidas por los desarrolladores es asegurarse de que no portan ningún virus o malware.
Para lograr beneficios con este modelo de negocio necesitaban generar mucho tráfico. Desde el primer momento, todos sus esfuerzos han ido encaminados a crear tráfico. Los usuarios que visitan su página web ven los anuncios por los que ellos reciben todos sus ingresos.
Los primeros años
Gracias a que la Universidad de Málaga, que les dio un premio de spin-off, en enero de 2003 se mudaron a su propia oficina. Era una oficina temporal en el parque tecnológico pero, por suerte, en poco tiempo su trabajo empezó a darles frutos. Generaban cada vez más tráfico y los ingresos empezaron a llegar. No obstante, durante los dos primeros años estos ingresos fueron muy limitados y sobrevivían a duras penas. En más de una ocasión se preguntaron si su proyecto tendría futuro.
En aquella época, las aplicaciones que compartían los usuarios eran fundamentalmente programas para ordenadores, así que ellos se centraron en distribuir aplicaciones para Windows.
El año 2005 fue un hito para la historia de Uptodown. El tráfico creció lo suficiente como para poder decir que por fin tenían beneficios. De hecho, en septiembre contrataron a su primer empleado: Álvaro Toledo Sánchez. Se haría responsable de los contenidos de la plataforma. Este fichaje fue clave, ya que el catálogo de programas para Windows crecería enormemente en los próximos años y el foro de Uptodown alcanzaría una enorme popularidad tanto en España como en Latinoamérica.
En 2006 se centraron en trabajar el SEO y en mejorar la experiencia de usuario de su web. Su visibilidad y relevancia en el sector tecnológico creció considerablemente. De hecho, distintas empresas, como Telefónica, Axel Springer o Ebay España los contrataron como asesores para proyectos como Páginas Amarillas o la revista Computer Hoy.
La internacionalización de Uptodown
Después de estos primeros años de grandes esfuerzos y resultados limitados, se decidieron a dar un gran salto: apostaron por la internacionalización. En junio de 2007 contrataron a un desarrollador web, Daniel Rivas, para reestructurar su plataforma y adaptarla a los distintos idiomas. Empiezan a producir todo el contenido también en inglés y, poco después, lo hacen también en portugués (sobre todo, orientado al mercado brasileño).
Ambos fundadores formaban un buen equipo y con el tiempo, casi por intuición, se fueron repartiendo las responsabilidades. Luis Hernández se hizo cargo de la estrategia y gestión del equipo y José Domínguez se centró en gestionar las cuestiones técnicas.
En 2008 extienden su actividad por Europa (Francia, Alemania e Italia) y empiezan a introducirse en Asia. Todos estos movimientos los sitúan en el mapa internacional como un actor de su sector a tener en cuenta. Este proceso de internacionalización no pararía hasta estar disponibles en todo el mundo, ofreciendo sus servicios en 15 idiomas y teniendo personal que los atiende en cada uno de ellos (dos o tres personas por idioma).
El salto a los smartphones
La primera década del 2000 fueron los años del nacimiento de los smartphones. Los teléfono Blackberry (2002) y Palm (2003) fueron la avanzadilla de terminales celulares desde los que se podían consultar el correo electrónico y mirar la agenda. El primer iPhone en el año 2007 con pantalla táctil y un sistema operativo fácil de utilizar fue la señal de salida de una nueva carrera tecnológica que todavía se está desarrollando. En 2008 salió el primer teléfono con el sistema operativo Android.
Con estos precedentes, en el año 2011, Uptodown decide dar el salto al mundo de las aplicaciones de los smartphones. Realizan una gran apuesta por las aplicaciones Android y se intentan posicionar como una alternativa a Google. Nacen con 2.500 aplicaciones de Android que abarcan las principales categorías relacionadas con los dispositivos móviles. Desde ocio y entretenimiento a productividad ofimática, turismo o multimedia.
Este movimiento fue decisivo en la historia de Uptodown, ya que se produjo una enorme escalada de tráfico y empezaron a tener millones de usuarios mensuales.
Todo lo anterior hizo que en poco tiempo se consolidaran como una tienda de aplicaciones móviles relevante a nivel mundial. Aunque al principio ofrecían sus servicios de descarga de aplicaciones móviles exclusivamente a través de la web, en 2014 deciden dar otro paso importante y apuestan por desarrollar su propia App Store nativa para Android. Esto es, se presentaron finalmente como alternativa y competidor de Google Play.
A finales de 2014 tenían 25 millones de visitas mensuales registradas y 130 millones de descargas anuales, facturaron más de un millón de euros y ya contaban con 10 empleados en su sede central y otros 30 repartidos. Ese año incorporaron el árabe, ruso, japonés, coreano, chino e indonesio al conjunto de idiomas en los que estaba disponible la plataforma (un total de 12). Con estos idiomas, podían llegar potencialmente al 90% de los internautas mundiales. Muy pocas empresas en el mundo logran este nivel de cobertura.
Uptodown como competidor de Google
En 2015 Uptodown lanzó en Estados Unidos la plataforma LaunchPade. Se trataba de una herramienta de marketing diseñada para probar y escalar aplicaciones para smartphones durante su fase inicial de desarrollo, así como para dar visibilidad en todo el mundo a aquellas aplicaciones ya existentes. Después de esto alcanzó un acuerdo con el prestigioso MIT (Massachusetts Institute of Technology) para que sus estudiantes pudieran publicar sus apps en la plataforma de Uptodown. Este acuerdo les permitía ofrecer en su portal aplicaciones que no están en otras plataformas. Esto les llevó a superar los tres millones de visitantes mensuales en Estados Unidos.
Lo anterior les dio aún más relevancia y los periodistas no dejaban de preguntada a Luis Hernández si su objetivo era convertirse en una alternativa de Google Play. No obstante, Luis Hernández siempre fue muy realista y respondía recordando que su tamaño de mercado era el 1% del de Google.
En realidad, Luis Hernández no se veía tanto como un competidor, sino como un actor complementario a Google. Cualquier usuario que desee descargar una app con Goggle tiene que estar registrado y tiene que utilizar la aplicación Google Play. En el caso de Uptodown no es necesario registrarse y se puede utilizar su web para buscar una aplicación e instalarla, sin más, sin métodos de pago asociado al terminal ni instalar nada más. Según Luis Hernández, «Uptodown ayuda a que Android crezca» que es lo que le interesa a Google.
A pesar de lo anterior, el hecho es que con el paso del tiempo, el posicionamiento diferenciador con Google fue siendo cada vez más marcado. Uptodown se sumó al carro de los que ven a Google como un monopolio de facto que utiliza su poder para discriminar a los desarrolladores o aplicaciones que no les son favorables. Luis Hernández pone como ejemplo que, mientras que Google Play está monopolizado por WhatsApp, Youtube, Facebook o Spotify, en Uptodown puedes encontrar tanto esas aplicaciones como otras tantas alternativas similares que para el gigante de internet serían ilegales. El resultado es que el catálogo de Uptodown prácticamente cuadriplica al de Google Play.
Estas diferencias quedan en evidencia cuando se comprueban las aplicaciones más descargadas en una y otra plataforma. Mientras que en Google Play la lista está liderada por las clásicas Whatsapp o Spotify, la aplicación que lidera la lista en Uptodown es Tubemate, un descargador de vídeos de Youtube prohibido en Google Play.
Según sus fundadores, en Uptodown tienen un posicionamiento más imparcial y democrático, ya que no discriminan ninguna aplicación por cuestiones de negocio u otros intereses. Además, ofrecen todas las versiones de las aplicaciones para que usuarios con terminales antiguos puedan seguir utilizándolas.
Otro de los aspectos diferenciadores de los que presume Luis Hernández es que, a diferencia de Google Play, en Uptodown cuentan con personal especializado que prueban, analizan y califican las aplicaciones. Uptodown tenía en 2016 unas 40.000 revisiones de programas traducidas.
Como sabemos, Google solo ofrece la descripción que aporta el propio desarrollador del programa y lo complementa con las opiniones de los usuarios. Para Uptodown, las descripciones de especialistas ajenos son más objetivas y valiosas que las que realizan los propios autores.
Según lo resumió Luis Hernández, «Nosotros ofrecemos la posibilidad de descargar cualquier versión de cualquier contenido desde cualquier país, sin las limitaciones que impone Google Play por motivos geográficos o políticos». Para evitar estas restricciones, ellos siguen viendo la web como un lugar preferente para que sus usuarios se descarguen las aplicaciones.
Años de crecimiento
Después de años de duro trabajo, en 2016 Uptodown trabajaba ya en 15 idiomas y estaban presentes en prácticamente todo el mundo. Facturaron 3,2 millones de euros en publicidad (un 90% más que el año anterior) y entregaron más de 200 millones de descargas al mes. Después de Google, aunque a mucha distancia, eran el líder para las descargas de programas de Android.
Lo curioso de todo esto es que lograron estas cifras con un pequeño equipo de apenas 10 personas (más los traductores). Para ello, hacían un uso inteligente de la tecnología, automatizando todo lo automatizable. En cierta medida, seguían funcionando como una startup.
2017 fue un año destacado en la historia de Uptodown. Consiguieron entrar en el ranquin de los cien sitios webs más visitados del mundo (según la web de Alexa). En agosto de ese año tenían 107 millones de usuarios únicos, así como 499 millones de páginas vistas. Además, en mucho de los países donde operaban su posición era aún más destacada como generador de tráfico: puesto 21 en Brasil, el 19 en México o el 9 en Marruecos. En España era el sitio web que más volumen de tráfico generaba.
Para hacernos una idea de lo que supone esto, en 2017 movían más tráfico de internet en el mundo que Spotify (posición 165 de Alexa), Tripadvisor (posición 246) o AirBnB (299).
Cuando crearon la empresa en 2002 le pusieron el nombre de Media Ingea SL. Con el objetivo de darle más coherencia a todo el entramado mundial en el que se habían convertido, en julio de 2017 le cambiaron ese nombre por Uptodown Technologies SL. A finales de ese año trabajaban en las oficinas centrales de Málaga 12 personas, más las 2 o tres personas por idioma en distintos países.
En 2018 consiguieron 485 millones de descargas mensuales y superaron los 4 millones de euros de facturación. Esta facturación seguiría creciendo año tras año, así como los miles de millones de descargas anuales y los empleados. La historia de Uptodown en estos años fue una historia de crecimiento constante.
Convertirse en app oficial de descargas
Aunque en esos años tenían una posición privilegiada en el mercado, ellos no tenían claro cómo podían seguir creciendo. Dada las grandes dificultades que supone competir con quien gestiona el propio sistema operativo, su alternativa fue ofrecer aplicaciones para otros dispositivos: televisiones, coches u otros dispositivos móviles. De hecho, se marcaron el reto de conseguir que los fabricantes precargaran su App Store en la ROM de sus dispositivos Android.
Después de mucho trabajarlo, por fin en 2019 lograron que la app oficial de Uptodown se integrara como tienda oficial por defecto en distintos dispositivos y plataformas. Este es el caso de los televisores de marca NPG, de centros multimedia como Entertainment box, del proyector de marca Puppy Cube o de herramientas de virtualización como LDPlayer o NOX App Player.
Para completar estas conquistas, en 2020 les contactó Unity para distribuir sus programas a través de Uptodown. La empresa Unity es el líder mundial en el desarrollo de videojuegos. Según manifestó Luis Hernández sobre el acuerdo «es una pasada, nos pone en el mapa».
Hasta ese momento, sus ingresos provenían exclusivamente de la publicidad. El acuerdo con Unity supuso una nueva fuente de ingresos al proponer Unity utilizar un modelo de comisiones. Uptodown se quedaría con el 20% del precio del producto y los desarrolladores con el 80% restante. Para los desarrolladores, éste sigue siendo un buen acuerdo ya que las plataformas de Google y Apple se quedan con el 30% (y el 70% para el desarrollador). Seguramente, la competencia hará que estos últimos puedan llegar a mejorar sus condiciones.
Según explicó Luis Hernández tras la firma del acuerdo, los desarrolladores de software distribuyen sus creaciones a través de distintas plataformas (Xbox, PlayStation, iOS, Android, Windows, Ubuntu, etc.) y Unity es uno de esos grandes distribuidores, cuyo servicio es el más usado para videojuegos móviles.
Intentos de compra de Uptodown
Esta empresa la crearon Luis Hernández y José Domínguez con sus propios ahorros. A partir de los seis meses de su creación empezaron a ser rentables y desde entonces han gestionado su crecimiento sin inversores externos. Esto no les ha librado de épocas malas donde tuvieron que despedir empleados e, incluso, prescindir de sus sueldos y echar mano de sus ahorros. Los fundadores reconocieron que la edad jugó a su favor: «No es lo mismo emprender cuando eres estudiante que cuando tienes 40 años. Pierdes menos y, de alguna manera, tiras de irresponsabilidad».
En cualquier caso, aunque sus beneficios han sido siempre limitados, lo cierto es que sus datos sobre tráfico, usuarios únicos y descargas han sido siempre realmente sorprendentes. Cualquiera puede llegar a pensar que les han debido de llover ofertas de compra.
Según confesaron sus fundadores en distintas entrevistas, ellos han tenido distintas ofertas de compra, pero nunca les ha llegado ninguna suficientemente motivadora. En 2015 un grupo alemán les puso sobre la mesa seis millones de euros y el grupo Planeta les ofreció 13 millones de euros. En ambas ocasiones dijeron no. «Demasiada letra pequeña» respondieron.
Recientemente han recibido varias ofertas de compra que superaban los 100 millones de euros, pero también las han rechazado. Según manifestó Luis Hernández «Pepe y yo queremos seguir teniendo el control de todo, no cederlo a otra compañía. Y si el dinero no aporta al producto, tampoco tiene sentido».
Ambos aclaran que no les interesa tanto una gran oferta económica como encontrar un socio que les ayude a lograr sus objetivos estratégicos. Dicho con sus propias palabras: «Solo venderíamos como operación estratégica, nunca económica. Es decir, ¿venderíamos la empresa a Google por muchos millones? ¡Nunca! ¿Venderíamos a Yahoo para competir con Google? Eso ya es otra cosa…».
En el año 2022 Uptodown contaba con 35 empleados en su sede central más otros 50 repartidos por el mundo. Facturaban 5 millones de euros y las cifras de tráfico y de descargas no dejan de crecer. Quien sabe, quizás dentro de poco encuentran el socio que les ofrezca los que ellos buscan: apoyo estratégico y financiero para lograr posicionarse como un serio competidor de Google.
Las 5 reglas de oro para el éxito de Uptodown
Lo curioso de toda esta historia es que en esta empresa no han realizado jamás un estudio de mercado. Nunca hicieron un plan de negocio. Tampoco han tenido un equipo de ventas propiamente dicho, ni de marketing. Sus fundadores siempre se dejaron llevar por la intuición para tomar decisiones.
En el evento Hackers Week de 2015 organizado por la Universidad de Málaga, los dos socios hablaron a los estudiantes presentes de sus cinco reglas de oro para poner en marcha una start-up. Llaman la atención porque, aunque parecen no ser muy ortodoxas, merece la pena destacarlas por lo que supone de reflejo de la propia experiencia de unos emprendedores que han tenido éxito.
Estas son las siguientes:
- No perder tiempo ni esfuerzo en un plan de negocios. Según ellos, nadie lee el plan de negocios y en poco tiempo se queda desfasado. Es mejor centrarse en desarrollar el proyecto. Sobre esto, hay que tener en cuenta que ellos crecieron con sus propios recursos, nunca necesitaron inversión externa.
- Elegir bien el equipo. Encontrar personas que te entiendan y que entiendan el proyecto es determinante. Al principio, todos hacen de todo y la sincronía es clave.
- Ser ambicioso. Luis Hernández argumentaba que hay que fijarse grandes metas, no quedarse en el corto plazo. Si se persiguen grandes metas, la gente te seguirá con ilusión.
- Si no te diviertes, déjalo. El emprendimiento es una carrera de obstáculos constantes. Tener ilusión y divertirte con lo que haces cada día es lo que motiva para superarlos. Tienes que disfrutar.
- Busca un evangelizador. Hernández argumenta que cuando se empieza te encuentras solo, careces de masa crítica y no sabes dónde acudir. Contar con un referente, alguien que sirva de plataforma de conocimiento ayuda mucho a no perderse por el camino.
Según Luis Hernández el tener la sede en España ha sido un punto muy favorable para ellos ya que los desarrolladores ven a Europa como un espacio más neutral que Estados Unidos. Según él, conectan muy bien tanto con Occidente como con Oriente.
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Ciertamente, el título de este artículo es un poco pretencioso. Uptodown es una empresa pequeña, con pocos trabajadores y una facturación limitada. No obstante, sus números de usuarios únicos y el de descargas mensuales, así como su relevancia internacional, son realmente sorprendentes. Estas cifras de negocio serán como el 2% de las que maneja Google Play pero, aun así, Uptodown es el competidor más grande que tiene Google. Y esto lo han logrado un pequeño grupo de personas con sus propios recursos. Se mire por donde se mire, esta historia no deja de llamar la atención.
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