Las imágenes y los vídeos hacen que los contenidos sean más atractivos para la mayoría de los usuarios. De hecho, cada vez hay más usuarios que solo consumen contenido de vídeo. Por otro lado, las redes sociales incorporan cada vez más utilidades para editar y compartir vídeos. El vídeo es el rey, pero de nada sirve hacer un buen vídeo si no se coloca en la red adecuada y se comparte de la forma correcta. Veamos cómo compartir nuestro contenido de vídeo.
Según parece, nos resulta mucho más cómodo consumir vídeo que texto. Para leer un texto hay que prestarle toda nuestra atención, mientras que el vídeo puede reproducirse mientras caminamos, trabajamos o hacemos otras actividades. Con unos simples auriculares es todo más fácil. Quizás esta sea la razón por la que el vídeo esté teniendo tanto protagonismo. Además, el vídeo permite transmitir contenidos de una forma más directa y efectiva.
El primer paso para la planificación del contenido videográfico en redes sociales es la documentación y la búsqueda de inspiración. En el artículo Cómo hacer un vídeo para redes sociales se habla más extensamente sobre los posibles contenidos de nuestros vídeos y cómo llevar a efecto la grabación y montaje del mismo. En este artículo nos centraremos en reflexionar dónde debemos de alojar el vídeo y cuáles son las mejores prácticas para publicarlo.
No hay que olvidar que, independientemente de dónde o cómo se publique el vídeo, lo interesante es hacer que el vídeo pueda ser comentado y recomendado por los que lo ven. Esto quiere decir que es importante habilitar opciones en nuestra web o en el servicio público donde se publique el vídeo que permitan realizar estas acciones. Las redes sociales pueden desempeñar un papel complementario interesante en este sentido.
Dónde alojar el vídeo
Para que un vídeo pueda ser visto en internet es necesario que esté alojado en algún servidor. De forma genérica, existen estas tres opciones:
- Servidor propio. En este caso el vídeo estaría alojado (almacenado) en un servidor propio o alquilado (hosting). Los usuarios pueden acceder a él a través del servicio web que lo muestra: web corporativa, blog, app, etc. El servidor debe estar dimensionado adecuadamente para soportar el posible volumen de tráfico que los vídeos puedan generar.
- Plataforma de vídeos. Existen plataformas, como Youtube, Dailymotion o Vimeo, especializadas en almacenar y difundir contenido de vídeo. La mayor ventaja de estos servicios es que no hay que ocuparse de los posibles recursos necesarios. Por otro, le ofrecen una alta exposición al vídeo. Estos servicios tienen sus propios buscadores y su contenido está accesible a los buscadores genéricos (como Google o Bing).
- Redes sociales. Las redes sociales son un importante servicio de difusión de contenidos y el vídeo es una de los contenidos más demandados. Casi todas las redes sociales admiten incluir vídeo en sus publicaciones. De hecho, algunas están centradas exclusivamente en los vídeos (Tik-tok, por ejemplo). La particularidad de esta opción es que los contenidos de estas redes se difunden adecuadamente dentro de cada una y, en general, no traen tráfico a la página web personal o profesional. Por otro lado, cada red tiene sus propias limitaciones con los vídeos que pueden subirse.
Decidir la opción más adecuada para publicar nuestro vídeo depende de las circunstancias y objetivos que se persigan. Si nuestro público objetivo está en una red social, por ejemplo, Facebook o Tik-tok, lo más conveniente sería crear una presencia importante en esa red. Si, por el contrario, nos interesa fomentar nuestra web, tendríamos que optar por el servicio propio o por combinarlo con una plataforma de vídeo.
Cómo incluir el vídeo en el blog
Cada vez es más habitual la inclusión de vídeo en los contenidos de blog. De hecho, podemos pensar que los vídeos pueden suponer un buen aliciente para visitar la web de forma regular. Para muchos usuarios, y especialmente los de smartphones, ver un vídeo puede ser mucho más cómo que leer un texto.
El vídeo no solo puede ser un magnífico complemento para explicar determinados contenidos, sino que puede, incluso, convertirse en el contenido principal del blog. Este tipo de blogs se conocen como Vlogging. Este término viene de vídeo blogging. En este caso, la parte del texto del blog se añade como contexto del vídeo y se utiliza, fundamentalmente, para ayudar al vídeo a posicionarse en los motores de búsqueda.
Independientemente del papel que juegue el vídeo dentro del contenido del blog, tenemos dos opciones:
- Alojar el vídeo en nuestro servidor. En este caso, el vídeo se almacena en el servidor del blog y se descarga con el resto del contenido. Los vídeos suelen tener un gran tamaño, por lo que esta opción es más exigente con las características del servidor. Si no se dimensiona adecuadamente, puede suponer una merma importante en la calidad de servicio que ofrece la web. Esto último podría afectar a su posicionamiento SEO. La gran ventaja es que se tiene un control total del vídeo, así como de su formato y forma de exponerlo.
- Alojar el vídeo en una plataforma de vídeos. Las plataformas de vídeo, como Youtube, ofrecen la opción de insertar sus vídeos dentro del contenido de cualquier otra página web. En este caso, al igual que el caso anterior, el vídeo se verá entre el contenido del blog, pero físicamente se servirá desde la plataforma no desde el servidor del blog. La gran ventaja es que la emisión del vídeo no le ocupará recursos al servidor del blog. El inconveniente es que se tendrá que cumplir con las limitaciones de formato y presentación que imponga la plataforma.
Por otro lado, existen servidores especializados en retransmitir eventos en vivos a través de Internet e incluso interactuar con los participantes en tiempo real a través de chat o videoconferencia. En algún caso, el servicio se puede grabar mientras se transmite o integrarse con los perfiles de otros medios sociales como Facebook, Twitter o un blog.
Por cierto, si se integra la transmisión en vivo con el uso de teléfonos móviles inteligentes se pueden obtener usos curiosos de estos servicios, como es la transmisión en directo de hecho sociales como fiestas, experiencias en viajes, visiones particulares de acontecimientos, etc.
Algunos de estos servicios son: Stickam, Ustream.TV, Justin.tv, LiveVideo.com, Mogulus.com, Qik.com, LiveCastr, Blog.tv o Veodia.
Inconvenientes de alojar el vídeo en una plataforma de vídeos
No cabe duda que alojar los vídeos del blog en una plataforma de vídeos tiene grandes ventajas: ahorro de recursos, visibilidad en la plataforma, subtítulos automáticos, etc. No obstante, también tiene inconvenientes de los que conviene estar al tanto:
- El vídeo puede incluir publicidad durante su reproducción. Esta publicidad podría ser de la competencia. Por otro lado, la plataforma podría sugerir vídeos relacionados que sean contraproducentes para la marca o, incluso, que hagan que el usuario salga del blog.
- El posicionamiento que pueda tener en vídeo en buscadores no aportará valor al blog, sino a la plataforma. El posicionamiento en buscadores no enlazará a la página del blog que lo muestra, sino a la dirección de la plataforma que aloja. Además, se mostrará junto a otros vídeos relacionados.
Aunque Youtube sea la plataforma de vídeo más conocida, existen muchas otras alternativas. Las más conocidas son Vimeo, DailyMotion, Metacafe o Dalealplay. Algunas de ellas tienen opciones de pago que evitan los inconvenientes anteriores. No obstante, existen muchas otras como Jumpcut, Revver, Videoegg, vSocial, Tudou o Youku. Algunos de los cuales incluyen herramientas de edición (Jumpcut, por ejemplo) o la opción de compartir los ingresos de la publicidad con los autores de los vídeos (es el caso de Revver).
Publicar el vídeo en redes sociales
Los vídeos son uno de los contenidos que mejores resultados ofrecen en cualquier red social. Incluir vídeos en la publicaciones ayuda a tener mayor visibilidad y conseguir un mayor número de interacciones. Las redes sociales están pensadas para atraer la atención de sus usuarios sobre las publicaciones de otros usuarios, sin salir de la red. Básicamente, no se podrán utilizar las publicaciones en estas redes para llevar tráfico a la web personal o profesional.
Por tanto, el principal objetivo de publicar contenido en una red social es potenciar el perfil personal o profesional en dicha red. Esto es, tener una personalidad propia en la red y relacionarse con las usuarios a través de esa red. Por tanto, es importante poner interés en configurar adecuadamente el perfil teniendo en mente la estética y los objetivos perseguidos.
Cada red social tiene sus peculiaridades en relación con la publicación de contenidos de vídeos. De forma genérica, podemos mencionar las siguientes:
- Linkedin. El usuario de Linkedin busca información profesional, novedades de su sector y publicaciones que le aporten valor.
- Facebook. Los usuarios de esta red buscan contenido cercano y veraz. Por este motivo suelen tener éxito los vídeos caseros.
- Instagram. Es una de las redes sociales en las que más se valora el diseño. Es por ello por lo que los vídeos que se publiquen en ella deben ser más cuidados, bien pensados. Idealmente, que tengan un punto creativo informal, único y sorprendente.
- Tik-tok. Los vídeos de esta plataforma suelen tener un carácter lúdico. La propia aplicación incluye múltiples herramientas para poder crearlos. Lo principal en este caso es ser imaginativo.
Hacer que el vídeo sea fácil de encontrar
El objetivo de los vídeos es darlos a conocer, que el público objetivo lo vea. Por tanto, realizar un buen vídeo es solo la mitad del trabajo. La otra mitad es darlo a conocer. Lo normal es que el vídeo forme parte de nuestra estrategia de contenidos y que pase a complementar la información que mostramos, tanto en nuestra página web como en cualquier medio social. No obstante, independientemente de esto, el vídeo puede llegar a tener vida propia.
Por un lado, tanto Youtube, como el resto de servicios de compartición de vídeos, disponen de sus propios buscadores y, por otro, estos vídeos pueden ser encontrados también a través de los buscadores genéricos como Google o Bing. El elemento principal en el que se basan los buscadores para encontrar un vídeo es la información de texto que le acompaña. Por tanto, la información descriptiva que se adjunta al vídeo es de gran importancia y merece la pena dedicarle toda nuestra atención. Recordemos que de nada sirve un magnífico vídeo, si nadie lo ve. Y no pueden verlo si no lo encuentran.
De nada sirve un magnífico vídeo, si nadie lo ve. Y no pueden verlo si no lo encuentran.
Un buen título, una descripción adecuada y unas etiquetas apropiadas pueden hacer mucho para que el vídeo llegue al mayor número de personas posibles. Por otro lado, si el servidor de vídeo permite identificarlo dentro de una de sus categorías, será igualmente importante decidir la más apropiada.
Una vez más, para hacer bien este trabajo, es importante situarse en la posición de la persona que busca la información e intentar identificar lo más certeramente posible las palabras claves que utilizará para definir su búsqueda. Si el vídeo se muestra como complemento del contenido de un blog, web o de cualquier otra publicación en un medio social, habrá que tener en cuenta el contexto en el que se muestra y las frases y palabras claves que lo acompañan.
Definir el vídeo
La mayoría de los servicios de compartición de vídeos le solicitan al usuario que pretende subir un vídeo que complete una serie de campos para ayudarles a comprender mejor su contenido. Estos campos vienen a definir el vídeo y se utilizan fundamentalmente para hacer posible que el resto de usuarios puedan encontrar los contenidos en los que están interesados. Esto no solo es positivo para que el vídeo logre sus objetivos, sino que es lo que le da sentido al propio servicio de compartición de vídeos. Youtube, por ejemplo, no tendría sentido si sus usuarios no pudieran elegir los vídeos de su interés.
Los campos habituales a la hora de definir el vídeo son los siguientes:
- Título. Se refiere al nombre que le asignaremos al vídeo. Frecuentemente, este es el elemento más crítico. Es lo que verá la gente y lo que más tendrán en cuenta los motores de búsqueda. Lo ideal es que redactemos un título que contenga la palabra clave que se desea posicionar pero, sobre todo, que sea corto, informativo y concreto.
- Descripción. La mayoría de los servicios permiten que incluyamos una descripción extensa del contenido del vídeo. Esta descripción puede contener varios párrafos y una dirección URL. La descripción se utiliza para ayudar al posicionamiento SEO del vídeo, por lo que será útil incluir las palabras claves apropiadas. Por otro lado, lo de la URL es interesante porque se puede utilizar para llevar tráfico a nuestra web.
- Etiquetas (Tags). Como cualquier otro etiquetado, se trata de incluir las palabras por las que el público objetivo podría buscar información relativa a los objetivos del vídeo. Se pueden incluir todas las palabras o frases que le puedan ser aplicables, incluyendo los nombres de las personas que participan, el de la empresa, marca, producto o lugar.
- Imagen de entrada (thumbnail). Se trata de la imagen que se muestra con el vídeo antes de que el usuario decida reproducirlo. Esta imagen puede aparecer, sola o acompañada del título, en el listado de resultados de una búsqueda, por lo que su elección correcta desempeña un papel importante en la decisión última del usuario. Una imagen atractiva y apropiada ayudará a seducir al usuario objetivo en la recta final de su proceso de elección. La mayoría de los servicios de compartición de vídeo seleccionan varias imágenes del vídeo y nos permiten elegir una de ellas, sin opción para seleccionar otra imagen.
Adicionalmente a los campos anteriores, existen servicios que también incluyen otras características de configuración como comentarios, geolocalización, etc. Siempre será interesante comprobar cada servicio y comprender cómo manejar cada una de sus características para configurarlas de la forma más apropiada posible para nuestros objetivos.
Si el vídeo se incluye en nuestra página web, será interesante que en el texto que lo acompaña se incluyan datos descriptivos similares a los definidos anteriormente. Por último, desde el punto de vista del posicionamiento del vídeo en los buscadores, será interesante que cuente con enlaces externos que apunten a él. La forma más rápida de conseguirlo es incluyendo estos enlaces en nuestra web y en el resto de medios sociales; no obstante, también se pueden conseguir buenos resultados difundiendo el vídeo por otros medios (email, por ejemplo) o llegando a acuerdos con terceros para incluir estos enlaces o incrustar nuestro vídeo en su web.
Más información
En este artículo se ha abordado cómo compartir nuestro contenido de vídeo de una forma muy resumida. Básicamente nos hemos limitado a esbozar las consideraciones necesarias para llevarlo a la práctica. Si se tiene interés, este blog dispone de muchos otros contenidos relacionados. Por favor, utilice el buscador de contenidos que tenemos en la cabecera del blog.
Por otro lado, estos son algunos otros artículos que pueden ser de interés:
- Cómo hacer un vídeo para redes sociales
- Medir el retorno de inversión en redes sociales
- Uso de las redes sociales en la empresa
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