Cuando Tim Berners-Lee desarrolló el servicio web en 1989, su gran aportación fue crear un sistema que permite ir directamente de un documento a otro de una forma fácil, ágil y rápida. Los enlaces o hiperenlaces fueron todo un avance tecnológico. Sin embargo, este modelo de servicio web exigía que todos los contenidos estuviesen creados con anterioridad al acceso del usuario. Por un lado estaban los que creaban contenidos, de una forma más o menos acertada, y por otro los usuarios que lo consumíamos. Se trata de un modelo similar al de una editorial tradicional.
Más adelante, en 1999 Darcy DiNucci utilizó el término Web 2.0 en un artículo titulado “Futuro fragmentado”. DiNucci escribió: “La web que conocemos ahora, que carga las páginas a un navegador web de forma esencialmente estática, es solo un embrión de la web que vendrá. Los primeros destellos de la Web 2.0 están empezando a aparecer. […] Esa web no será entendida como pantallas de textos y gráficos estáticos, sino como un mecanismo de transporte a través del cual se genere interactividad”. Aunque esta fue la primera vez que se empleaba públicamente el término Web 2.0, su popularidad no vendría hasta años más tarde. Internet dejaría de ser un sistema estático centralizado para abrirse hacia un modelo donde el valor reside en los propios usuarios; son estos quienes crean contenidos e interactúan entre sí.
El aspecto principal de esta nueva forma de hacer las cosas es que los clientes [los usuarios] construirán el negocio por vosotros [los proveedores]
La tecnología web cambió y permitió pues que surgieran servicios interactivos como Facebook, Youtube o Wikipedia. En estos servicios los usuarios crean sus contenidos compartiendo fotos, vídeos o textos. Como dijo Tim O’Reilly en la inauguración de la primera conferencia sobre Web 2.0 (año 2004): “El aspecto principal de esta nueva forma de hacer las cosas es que los clientes [los usuarios] construirán el negocio por vosotros [los proveedores]”. Como indicador de la relevancia de esta nueva era 2.0, la revista Time de Nueva York eligió como personaje del año 2006 a los propios usuarios de Internet, reconociendo la contribución que realizan al generar los contenidos de servicios como Wikipedia, Facebook o SecondLife. “You. You control the information age”, decía la portada de la revista, “Welcome to your world” (Tú. Tú controlas la era de la información. Bienvenido a tu mundo).
En definitiva, el término Web 2.0 hace referencia a las aplicaciones web que ofrecen servicios interactivos en red (por ejemplo, blogs, redes sociales, comentarios, compartición de fotos o vídeos), haciendo posible que los propios usuarios aporten, colaboren e intercambien ideas o contenidos. Con la Web 2.0 Internet deja de ser simplemente una nueva tecnología para adquirir una dimensión de vinculación social, una herramienta que permite unir a las personas.
Con la Web 2.0 Internet deja de ser simplemente una nueva tecnología para adquirir una dimensión de vinculación social, una herramienta que permite unir a las personas
El entorno Web 2.0 permite por tanto crear, mantener e intensificar las relaciones. De hecho, una de las aplicaciones Web 2.0 más interesantes que han surgido en estos últimos años han sido las comunidades online de todo tipo. De todas ellas, las redes sociales online (como Facebook, Twitter o Linkedin) son el ejemplo más relevante. Las comunidades online proponen múltiples posibilidades de interacción sin precedentes en la historia de Internet. Desde que aparecieron, estos servicios han atraído a cientos de millones de usuarios de todos los continentes y edades, llegando a formar parte de nuestra vida cotidiana y dando respuesta a muchas de nuestras necesidades de socialización.
Lo curioso del caso es que el término «2.0» ha dejado de ser un simple cambio tecnológico para convertirse en el paradigma de la modernidad, la innovación, el cambio. En la mayoría de los casos, 2.0 significa intentar hacer las cosas de otra forma. No se trata de una tecnología, sino de una actitud basada principalmente en la colaboración, la puesta en común, la socialización. Incluso se habla del 2.0 como de una inteligencia colectiva en acción.
A partir del concepto 2.0 como actitud han surgido nuevos términos relacionados como: crowdsourcing, mass collaboration, commons-based peer-productions, u open innovations. Parece que el 2.0 lo inunda todo. Tanta es la euforia que hay quien ha llegado a decir que mientras que antes se creaba desde el conocimiento, ahora se crea desde la comunicación. Bueno, un poco exagerado quizás. No obstante, lo importante del caso es que se ha abierto una nueva era, no sólo desde el punto de vista de la tecnología, sino de la actitud colectiva.
En la mayoría de los casos, 2.0 significa intentar hacer las cosas de otra forma. No se trata de una tecnología, sino de una actitud basada principalmente en la colaboración, la puesta en común, la socialización
Resumen: que el usuario puede a la vez de consumidor de informacion web, ser creador de informacion web.